Yo digo, 3 pasos simples para cumplir sus deseos.
Haga una lista de: "esto es lo que voy a lograr" no diga deseos, porque deseos es algo que quizás alguna vez y tal vez si pudiera si viniera si las vacas volaran si los sapos cantaran si las viejas se casaran si pudiera saltar la rayuela hasta el cielo y no caerme y acordarme que me duelen las rodillas. No, nada de eso de imaginaciones fútiles y fermentadas en el cerebro retorcido. No, hacer es nuestro lema lograr nuestro destino, perecer nuestro final. No, no, sí, bueno, entonces primer paso: "lista de cosas por lograr"
Ah, eh, perdoname pero habías dicho lista de "esto es lo que voy a lograr"
Sí, bueno es lo mismo.
Es que yo estaba copiando en mi libreta y ahora tengo que tachar porque no traje la goma de tinta, disculpá.
No te preocupes, segundo paso: lista de "que es lo que voy a hacer para lograr lo que escribí en la lista de logros", perdón, corrijo: "lista de que es lo que voy a hacer hoy para lograr eso que ya saben ustedes", o mejor: lista de que voy a hacer ahora para el asunto.
¿Eh?
No me interrumpas que estoy inspirado. Tercero: Tenemos las dos listas y las llevamos encima todo el día, y si al final tildamos todas las cosas, ya tenemos todos los deseos cumplidos. Fácil, simple y sencillo para el bolsillo del caballero o la cartera de la dama.
¿Esta libreta que tengo acá sirve?
No, porque tiene los espirales doblados, necesitas una con espirales cuadrados.
¿Y cuándo puedo empezar?
¡Ahora mismo!
¡Pero no tengo espirales cuadrados! ¡Nuca voy a tener espirales cuadrados porque los espirales son redondos! ¡Nunca voy a poder cumplir mis deseos! Voy a llorar. Voy a llorar. Voy a llorar. Voy a llorar.
Pequeño saltamontes, cuando puedas doblar cucharas con la mirada podrás hacer el espiral tan cuadrado como quieras, por eso no llores.
Es imposible, no se puede con vos, lo único que viste en televisión es Matrix y Kung Fú. yo, lo que yo quiero es, lo que yo quiero son los broches mariposa para tender la ropa nada más. Nada más, nada más, entendés, voy a llorar, voy a llorar, voy a llorar.
¿Qué broches mariposa?
Mariposa, eso, eso quiero, me gustan los broches mariposa porque cuando los mueve el viento parecen mariposas que vuelan y la ropa que se ondula, las sábanas que que que se levantan y hacen formas, sí eso me gusta, quiero. Quiero eso. Nada más. ¿Tanto te cuesta comprarme unos broches mariposa? ¿Eh?
Kill bill, viene Kill bill y te corta las sabanas por la mitad, ¡faaaaaaaa! ¡Sac! ¡Sac! ¡Chan!
¿¿??
No, enserio, es que no hay acá esos broches marisopa.
Voy a llorar. Voy a llorar. Voy a llorar.
Hagamos la lista juntos, ¿querés?
Sí, pero igual voy a llorar.
Pongamos: “Voy a tener”, no, mejor: “tener mis broches mariposas”
Sí, estoy mejor, ya estoy mejor, no voy a llorar.
¡Viste, qué esto es infalible!
Ahora segundo paso: “?¿” ummmmmmm, ¿qué ponemos?
No sé, no sé, no sé, pero ya no voy a llorar. ¿Eso es bueno?
Sí, es bueno y yo te prometo que antes de estirar la pata vas a tener tus broches marisopa.
Ahhhhhhh, ya alcancé la paz, gracias.
De nadas.
PD: El dibujo de la geisha me lo prestó LaPaKa
Ahora solo falta planificar la toma de la fabrica de broches o la manera de convencer al dueño de la fábrica de broches para que haga broches mariposa. Que sencillo, ¿no?