2009/04/01
El pi del carozo V


No se trabaja. En los sueños no se trabaja.

¿Quién dice que no se trabaja?

Yo digo. Pero es mentira, acá me ves, este es mi trabajo, estoy trabajando. ¿Vivir no es trabajar?
Vivir es completar una serie de estadios de conciencia, pasos confiscados de una realidad lineal, evolución centrífuga basada en el movimiento basada en la creencia que existe el movimiento.

¿Quién sos?

Un cuerpo que busca copularse, completarse en un acto de unión, efímero movimiento de vaivén, fuelle de lo que entra y sale, tubos que se deslizan, expansiones y huecos de líquido que arde en las manos, placeres manifestados, pasión, tambores más tambores, sexo silencio.
Transcurren momentos sin pensamientos, prados que son selvas, ausencia de similitudes entre los razonamientos y los hechos, serie de estadios de conciencia.

¿Qué querés lograr? ¿Lo imposible?

No hay nada imposible, conectá tus estadios como si fueran tus formas, unite en vos misma y entregate a la tarea, descubrí el animal, el vegetal, el mineral y el humano. El mineral es la conexión con lo divino porque de los mas bajo se llega a todos lados, la contemplación y la unión férrea, el vegetal es el amor, el crecimiento, el ofrecimiento desinteresado, el animal el movimiento que es armonía es instinto, el humano que es el corazón de todos ellos. La tierra está hecha a imagen y semejanza del humano, por eso se pensaba que era el centro del universo y en cierta forma lo es. Pero vos crees que sos humana y solo sos una aprendiz, todos somos aprendices en esta época, quién tiene la respuesta del camino, nadie la tiene, está dentro de cada uno, todos la tenemos, hay que caminar como minúsculas hormigas minúsculas, como sierras de pequeños mástiles que no se ven. Se ve el prado, la totalidad, lo inmóvil y al mismo tiempo la falta de pensamientos.

Vos querés llegar ahí a través de lo intelectual, de los títulos, las jerarquías y los pensamientos. Y no hay llegar así como que no hay nombres, no tienen nombre porque tener es rebajarse a la estética del número, entre el nombre y el número hay un solo paso y en el lenguaje perfecto las cosas son por lo que son sin intermediarios.

Volvemos, volvemos a lo mismo, repetición tras repetición caemos en el mismo juego del olvido y el volver a recordar. ¿Quién dice que cada vez aprendemos algo? ¿Qué es aprender? ¿Ser dueños de la cosa? Aprende niño, aprende, dice la máquina de picar carne, ¡hoy estamos en la escuela!

Otro silencio.

Cómo podemos describir una habitación con paredes rojas y flores blancas, es un folleto, un papel para regalo, un tapiz, sillas turquesas, patas de madera, una canilla oxidada, el ruido de abrirla flota en el aire por semanas, hasta me hace preguntarle: ¿para qué la abriste?

Ella me dice: me limpié tu semen con los dedos, nacieron de brotes todas las medusas que hay en la cama, danzan como lluvia, una por una se aplastan y cubren esta cremosa algarabía que tomo entre mis dedos.

Para qué limpiarse si después vamos a lavar las sábanas, para qué limpiarse si vamos a nadar en un paroxismo de jugos pegajosos, grumos de escarcha, saltos de burbujas calientes como perros aulladores.

No te confundas, después de la explosión vienen las manos, muchas manos que se posan en el cuerpo, margaritas, gaviotas en la playa, el agua que se retira al mar, ¡ya sé lo que hay en las paredes! Detrás de las cortinas, piedras salpicadas de ayer y hoy, profundidades que al ondularse construyen la garganta y te tragás el semen de tus manos, las medusas y todos estos símbolos tapizados en alfombras.

Vuelvo a respirar. Ella se despega de mi como si fuese mi propio yo siamés, abre la canilla allá en el baño y llena la tina. Cocinemos, digo yo, piquemos la cebolla toda la noche, pongamos a hervir nuestra sal hecha de llanto curemos cada parte y cada parte será nuestra cura.

Sigo escuchando el agua y estamos en la tina, sumergidos en vapores, y pensamos: ¿qué era eso del pi del carozo?

No sé, algo que dejó de existir.



 
posted by Unknown at 16:52 | Permanganatos | 2 Kols