te leo y siento
que mis brazos caídos
hace segundos en el borde de una silla
se levantan
casi solos
a escribirte
ahora que pienso
qué escribir
no se
me ocurre nada
eso pasa...
pero mis brazos
nunca olvidaran que
no me necesitaron.
y que ellos solos cos su vacío
hiciron magia
vaya experiencia!
simpre tan simple leerte, siempre tan complejo explicar lo que causa...
saludos! (y diez segundos de levedad, si hubo gramos, no los noté).
has vuelto!
con todas tus
profundidades
al descubierto
heridas amores
con lo cierto
y lo seguro
ya no me siento sola
en mis absurdos
e inconsolables mundos!
besos