Más bien fue una noche sin mayores contratiempos ni frío ni calor ni grandes sueños ni nada.
Fueron
fueron como pasos de gigante. Pero no fue así como una vibración de algo pesado, fue algo mas profundo, algo que se sentía desde cada célula, desde cada partícula, desde algo que estaba más adentro, muy adentro como en el centro de la tierra. Y todo vibraba al mismo punto de exactitud que no había vibración, el todo que era yo mismo estaba vibrando junto con el otro todo que es la tierra pero que en ese momento eran el mismo todo.
Me desperté pensando que se me caían las cosas que tengo apiladas encima del placard y que llegan hasta el techo, me desperté, me quise despertar, hice el esfuerzo por salir de ese tubo largo, de escupirme, de caerme a la realidad de la noche,
me caí,
pero acá de este lado del mundo no pasaba nada. Nadie se despertó, no salieron las señoras desveladas a las calles en bata y camisón, no salí yo en pantuflas, nada.
Bueno, mañana seguro que aparece en los titulares.
¿Viste que temblor que hubo?
No, ¿pasó algo?
En el diario no hablaban de eso, sí hubo un temblor en el mar, del otro lado del mundo.
Pasaron unos días, noche sin sueños y otra vez pasos de gigante. Era como estar en el centro de una gran esfera, era ser el centro y la vibración misma y no había paredes en ninguna dirección, no había nada, era flotar y ser parte, la inmersión la conjunción la libertad, pero allá muy lejos, muy pero muy muy lejos, había un afuera, se sentía que había un afuera otro lugar y que la vibración salía desde el centro y llegaba hasta el afuera y yo era el que estaba afuera, me desperté.
Terremoto del otro lado del mundo.
Erupción volcánica.
Tres veces, tres noches, en tres oportunidades me habló la tierra.
me contagias tus excelentes y oníricas sensaciones, el texto y las imágenes son magníficos
'Tres veces, tres noches, en tres oportunidades me habló la tierra'.
... esta frase final es alucinante
un abrazo