Podría encontrarla arrugarla y tirarla a la basura.
Podría llevarla pegada en la espalda todo el día.
Podría hacer un sello y estampar todas las páginas blancas que pasen por mis manos.
Podría vengarme y esculpir ríos en los trazos para que la actitud encuentre su propia tinta.
Podría, y esto sé que te vuelve loca, pintarte tres veces tus caracteres sobre el cuerpo
y entonces
antes de secarnos
recrear la actitud sobre sábanas blancas enmarcar la tela y titularla:
"Sé que todo es una maldita cuestión de actitud".
(Nota robada del blog de LaPaKa)
Amo eso que me produce lo que decís, y lo que me despierta saber que siento cuando digo lo que escribo.
AmOtEaVoS