Virtus venialus verticulatus videre
vitandos berrugas berdosas
barrosas barruntando
verduras escamosas
corriendo premuras
primuras dulzurosas
azuladas azufrosas
reparten azafranes
se rascan los costales
muerden reviran retuercen
las vestales
remarcan liquidan refriegan
los genitales
¡Ay el calor de los mortales!
se enojan se estrujan se mojan
se cogen se embrujan se mastrujan
en pelotas los cuernos las marmotas
se salen se meten
se orgasman arremeten
se pierden
se someten
descansan tanto brete
respiran
enflaquecen
se apagan las luces
las sombras se encuentran
se sueñan las culpas
se ven las ponzoñas
donde hay tanta roña
berrugas vestidas bestiales
verdosas de bilis varicosas
de conchas llorosas
de vicio vinicius
de boca mohosa
y el agua tan hermosa
de
donde
aflora
toda la cosa.
Vaya ritmus. Me recordó al inmortal Girondo por un momento. Naufraga uno en tu poema, encontrando una orilla segura en las palabras. Saludos.