Flamígeras
rompí
desgarré
corté y corté
fundí la piel
la mufla
agarré el crisol
hasta ser muda
gusaNO
bicho canasto
amarradora de cristales
barcas flotantes
en el espacio vacío.
Corté lloré
desnudé corté corté
desgarré allí
en el azul amor
hasta que el blanco apareció
un poco rojo
verde selva entre mis manos
negro de noches azotando el sexo
fundí tantas pieles de marmota
de capas
de frazadas de sudor.
Después pelé la cebolla
cubrí de hojas el suelo
la miré
verdad derramada
imprecisa torcida y paralítica
y empecé a construir
otra máscara.
Qué soledad tan cruel
triste poema.
No quiero llorar.
por eso no pelo cebollas.
Me invitas a una máscara?
no tiene que ser la más cara.
Esta poesía me gusta mucho
huele fuerte,arden mis ojos.