Para vivir en el cielo
hay que ser aéreo
recorrer el cuento
del pájaro sin vuelo
extrañar la tierra
y perderse en el ensueño
de tormentas
con la calma en el centro.
Para vivir en el cielo
sin ser luna
hay que correr sin el cuerpo
destrabar el alma
en las migajas del desierto
y saltar las estrellas
hasta caer en su lecho.
Para vivir en el cielo
hay que desterrar las plumas
reconocer los alientos
caminar sin los pies
dibujar la rayuela
y sentarse
a esperar el tiempo.
al final ¿quién comprende este oscilar?
antes niega
luego afirma
más luego confirma
para luego volver a negar.
no se reniega de lo que se niega.